Sobre las agujetas….¿Cuántas veces hemos oído eso de “estoy roto de agujetas, que buen entreno hice ayer”?

¿O quizá eso de “no debo de estar entrenando fuerte porque llevo tiempo sin tener agujetas”?

¿Os suena?

A lo largo de estos años, este tipo de afirmaciones han llegado a mis oídos de una u otra manera, y desde luego creo que es una idea que está muy instaurada tanto el mundo de la fuerza y la hipertrofia, como en el mundo de los deportes de resistencia.

Respecto a esto, quiero dejar claro, que el discurso que voy a daros en este episodio, habla única y exclusivamente de los deportes cíclicos; es decir, de las modalidades deportivas en las que el mismo gesto se repite una y otra vez, como puede ser correr, nadar, montar en bici, remar etc.

Eso sí, al final del mismo haré un breve comentario refiriéndome al entrenamiento de fuerza e hipertrofia, ya que a nivel mecánico es muy diferente a nuestro campo, y por lo tanto esto va a afectar de forma directa en la aparición de agujetas.

Y por supuesto, desmitificaremos viejas teorías sobre las agujetas. ¿Os suena eso de que las agujetas se producen por la cristalización del ácido láctico? Seguramente hayáis escuchado esta afirmación en algún sitio. Y es que una de las teorías que más fuerza cobro acerca del origen de las agujetas fue precisamente esta, que decía que la acumulación de ácido láctico generaba unos cristales intersticiales en las fibras musculares, y que eran estos cristales los culpables del dolor. En el episodio de hoy os contaré realmente el origen de este dolorcillo tan peculiar.

Dicho esto, vamos a ir analizando este tema punto por punto dando respuesta a tres preguntas principales:

 

 

Ojalá lo disfrutéis tanto como yo desarrollándolo; si os animáis a compartir por vuestras redes sociales, recordad que podéis usar el hagstag #hijosdelaresistencia

 

 

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