Imagina levantarte al amanecer para sumergirte en aguas abiertas y nadar durante horas, solo para después subirte a una bicicleta y recorrer distancias que parecerían imposibles para muchos. El segundo día no es más fácil, con una ruta de ciclismo que pone a prueba no solo la resistencia, sino también la capacidad de recuperación de los atletas. Y cuando finalmente crees que has dado todo, te enfrentas a una carrera de 84 km, donde cada paso es una batalla contra el cansancio y el dolor.

El Ultraman no solo se trata de competir contra otros, sino de desafiarte a ti mismo. Cada día trae nuevos obstáculos, desde el agotamiento físico hasta las condiciones climáticas adversas. Los participantes deben tener una fortaleza mental increíble para seguir adelante, incluso cuando sus cuerpos les dicen que se detengan. Es una prueba que va más allá de lo físico, explorando los límites de la voluntad humana.